lunes, 29 de junio de 2009

Para que conozcan más de nuestros objetivos, les dejamos esta noticia sobre nosotros, publicada el día 29 de Junio de 2009.

El G-8 defiende la recuperación de los valores éticos.

La crisis de los mercados y las debilidades del sistema económico mundial requieren de la adopción de un conjunto de normas y principios a nivel global y la recuperación de la ética en el entorno empresarial, según los ministros de Finanzas del G-8.
En un informe de 66 páginas que se espera ratifiquen los jefes de Estado y de Gobierno durante la cumbre del G-8, que se celebrará la próxima semana en Italia, los ministros creen que es fundamental un "replanteamiento del marco del sistema financiero y económico global".
En el documento se habla de que "la base fundamental para un crecimiento global estable reside en un conjunto de principios comunes que regulen la actividad económica y financiera internacional". Los ministros, que se reunieron en la ciudad italiana de Lecce, acordaron bajo el marco de Lecce que las economías mundiales "están en la mitad de la peor crisis desde la Gran Depresión".
El informe, al que ha tenido acceso Financial Times, recomienda la cobertura de aspectos como la compensación ejecutiva, la corrupción, el sector bancario, el gobierno corporativo, la fiscalidad y los mercados. Ante el malestar de la ciudadanía tras el rescate de empresas víctimas de su propia codicia y temeridad y los ataques a las autoridades gubernamentales ante la falta de medidas, el tono moralista del escrito refleja un renovado interés por la ética.
Según el informe, la libertad económica pasó por alto el respeto a las normas fundamentales de "integridad y propiedad", de ahí que apele al fortalecimiento de la "ética empresarial, la protección del inversor y la transparencia". "Es por todos conocido que la búsqueda del riesgo excesivo para conseguir los máximos beneficios a corto plazo contribuyó a la caída de los mercados financieros y a la posterior recesión global".
La falta de vinculación entre la compensación de los ejecutivos y el rendimiento de las empresas ha provocado protestas generalizadas, dado que los contribuyentes han tenido que financiar los rescates del sector privado. El debate sobre las propuestas ha puesto de manifiesto las divisiones en el G-8, ya que los países de Europa Continental responsabilizan al modelo económico "anglosajón" de crear una crisis crediticia global por la falta de supervisión y de regulación.
No obstante, la propuesta inicial de imponer códigos legalmente vinculantes, respaldada por el ministro de Finanzas italiano Giulio Tremonti, artífice del proceso de Lecce, parece estar bloqueada. Italia, que actualmente ostenta la presidencia del G-8, mantiene una estrecha colaboración con Alemania y la OCDE para extender la iniciativa a un marco más amplio que el de los países del G-8. Esta iniciativa está vinculada a la propuesta de la canciller Angela Merkel, conocida como Carta Global para la actividad económica sostenible, que se debatirá en el G-20.
La tarea de diseñar recomendaciones concretas será responsabilidad de instituciones como la OCDE, el FMI y el Comité de Estabilidad Financiera, pioneros en la materia.
La cumbre del G-20 celebrada en Londres en abril amplió el mandato de la Junta de Estabilidad Financiera (FSB, en sus siglas en inglés) y los 35 ministros que asistieron a la reunión del consejo de la OCDE la semana pasada ratificaron la implicación de la organización en el Marco de Lecce y la Carta Global de Merkel.
"Los esfuerzos anteriores por abordar aspectos como la propiedad, la transparencia y la integridad no han conseguido ponerse en práctica, a pesar de los distintos acuerdos multilaterales sobre iniciativas concretas", se advierte en el informe. El texto también recomienda un amplio marco acordado a nivel internacional que "fortalezca y vigile el cumplimiento de las iniciativas".


Publicado el 29-06-2009 , por Guy Dinmore
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